Se acercó a nosotros la Lcda. Marielos Romero Nitsch, la primer pianista mujer profesional egresada de la Escuela Superior de Arte de la USAC; Quien nos comentó que por problemas de visión y dirección decide salirse de la escuela de piano que había formado antes con otros socios y decide emprender un camino en solitario para formar su propia academia, una escuela de música enfocada por el momento en piano clásico, con clases personalizadas recibidas en un piano real (no teclado) impartidas por su persona, una profesional licenciada en la materia y para esto necesitaba un camino diferente y fresco.
En un mediano plazo se espera la expansión de cátedras a impartir dentro de su academia ofreciendo la enseñanza de otros instrumentos y asignaturas ligadas a la expresión musical clásica.
Esta academia está dirigida especialmente a jóvenes de entre 12 y 25 años que es donde Marielos ha encontrado un valioso nicho de personas que buscan expresarse musicalmente con el piano debido a que desean poder interpretar música de películas, animé y melodías de la cultura popular, las cuales ejecutan en su aprendizaje mientras aprenden con los compositores clásicos bajo estándares educativos actuales y profesionales.
Solución
Como parte de nuestro trabajo se realizó el naming, el cual debido a los planes a mediano y largo plazo de la academia, se determinó que no podría encerrarse en un concepto ligado definitivamente al piano únicamente, por lo que optamos por establecer un nombre que nos diera amplitud y dinamismo. Creamos por un nombre ampliamente descriptivo:
ESPACIO MUSICAL EXPERIMENTAL; Pero que además pudiera condensarse en una manera recordable: EME (sus siglas); y que tuviera una esencia que nos permitiera luego un buen posicionamiento, por eso al momento de leer las siglas EME, estamos diciendo la letra M: M de música.
Como parte del branding, desarrollamos un Imagotipo en donde está el nombre de la academia, acompañada de las siglas EME utilizadas a modo de isotipo ya que a pesar de ser letras, su disposición está dictada por las posiciones de las primeras tres notas musicales en el pentagrama, de varias piezas clásicas de autores reconocidos y así de esta manera dotamos a la marca del dinamismo que la música como tal posee, además de esa libertad que el grupo objetivo necesita entendiendo que vivimos en una estructura social dinámica, cambiante y orgánica. Dotamos de un significado extra a esas siglas que por si son frías y ajenas a los participantes al alejarnos del rigor de las siglas dispuestas de manera ortodoxa, humanizando a la marca y dándole un sentido emocional y musical.
Para completar el concepto, la línea gráfica de EME está basada en el pentagrama, utilizándolo de manera adaptable al formato y dependiendo del uso, pero con la misma estructura, de esta manera logramos un “AHA MOMENT” en personas que ya tienen una noción de la música y su estructura, dándole a la marca una sensación de conocimiento, profesionalismo e integridad. La paleta de colores fue elegida en función del usuario, que no es siempre el comprador, pero que a pesar de esto tiene mucha influencia en la decisión de compra debido a que será una actividad que espera no solo sea fructífera, sino también, divertida y plena; Otra buena razón fue que al realizar el benchmarking dentro del país, casi todos los competidores optan por dar una imagen sobria y anticuada debido a la naturaleza cultural y educativa del giro del negocio, y esto nos da la oportunidad de diferenciación conservando siempre dentro de los valores de EME, el profesionalismo y solidez necesaria.
En general, este proyecto nos permitió aplicar mucho conocimiento musical, gramatical, semiótico y obviamente de diseño gráfico para su desarrollo, no solo por el giro del negocio, sino también por el grupo objetivo al cual va dirigido.